El poker online estadounidense ha encontrado un nuevo estado en el que establecerse, una vez que el gobernador de West Virginia ha dejado pasar el periodo de veto que le corresponde sin actuar contra la nueva ley del juego.
Desde fuera puede parecer una victoria insignificante, ya que West Virginia aporta una liquidez de poco más de 1.800.000 habitantes, pero esta nueva ley es tremendamente significativa.
Por una parte, demuestra que la expansión del poker onlineen Estados unidos a nivel estatal ha retomado una fuerza que se temía irreversiblemente perdida. De los anteriores cuatro estados con leyes vigentes que permiten el poker online dentro de sus fronteras, Nevada, Nueva Jersey y Delaware habían gestionado sus papeleos ya en 2013. Luego siguió una sequía de casi un lustro que se terminó con la nueva legislación aprobada en Pennsylvania en 2018.
Quedaban dudas sobre si Pennsylvania era una anécdota o la confirmación de la reanudación de una tendencia que se pudiera extender a otros territorios, justo cuando peor pintaba la cosa por la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos. Por eso ha sifdo tan felizmente recibida la noticia de la nueva ley del juego de West Virginia.
Los agentes favorables a la expansión del juego online tienen enfrente a un poderoso enemigo, el magnate del juego físico Sheldon Adelson. El poder de influencia de este enemigo acérrimo del juego online se pudo comprobar en los acontecimientos que echaron por tierra el esfuerzo legislativo en Michigan, hace poco más de un año.
La ley H4926 fue un modelo ejemplar de introducción del poker online en un estado. El encargado de promocionar su redacción y recabar apoyos para su aprobación fue un político republicano, que obtuvo el compromiso de un miembro de su mismo partido para facilitar su aprobación en el senado. La ley logó un apoyo casi unánime, 33-5. El tiempo que se tardó en enviar el texto para su aprobación por la cámara alta se contó en horas, y la votación volvió a ser favorable gracias a una mayoría superior a los dos tercios del quórum 71-35.
Sorprendentemente, el gobernador de Michigan, compañero de filas de los proponentes y a quien le quedaban unos pocos días para cerrar la legislatura y ceder la silla, ejerció su derecho a veto y enterró la ley en un cajón. El responsable último de semejante fiasco quedó claro cuando el gobernador explicó su postura sobre el juego online con argumentos y expresiones directamente sacados del argumentario de Adelson y sus acólitos.
La mano negra de Adelson también impulsó una relectura de la Wire Act, que ha echado por tierra las negociaciones para que Pennsylvania decida unirse a la liquidez compartida que han establecido los tres estados que en origen permitieron la vuelta del poker online a Estados Unidos.
Por eso, la comunidad estadounidense ha estado conteniendo la respiración hasta que se ha cumplido el plazo de 15 días hábiles que el gobernador de West Virginia tenía para ejercer su veto personal a la nueva ley. Esta vez no ha habido sorpresas de última hora.
Otra cosa es que el poker online esté al alcance de los jugadores de manera inmediata. En Pennsylvania aún están ultimando doce meses después un mercado donde Pokerstars y partypoker ya han cerrado acuerdos con casinos locales para establecer sus plataformas de juego. Está prácticamente descartado que West Virginia tenga alguna sala operando hasta bien entrado 2020.
West Virginia sigue el modelo establecido por el resto de estados que han aprobado el juego online. Pondrá una licencia a disposición de cada uno de los cinco operdaores de juego físico ya establecidos en el estado. Las licencias tendrán un valor venal de 250.000$, con unos costes añadidos de 110.000$ en licencias complementarias. Serán renovables cada cinco años. El estado recibirá también unos impuestos equivalentes al 15% de los ingresos de los casinos.
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