La productora Poker Central va a poner a partir del lunes de nuevo en nuestras pantallas a dos iconos del poker de principios de la década, Tom Dwan y Doyle Brunson, que han estado prácticamente desaparecidos de la vida pública estos últimos años por diversas circunstancias.
Van a ser parte de la alineación de los tres primeros programas de la nueva etapa de Poker After Dark. Junto a otros seis jugadores, tomarán parte en una partida de cash de 100.000$ que será emitida en exclusiva a través de la plataforma de vídeo bajo demanda PokerGo.
La vuelta a los platós de estos dos jugadores es muy significativa, aunque sea por pura nostalgia.
Si entramos a debatir quién era el jugador más mediático en la época dorada de las nosebleeds, Tom Dwan tiene que estar presente en la discusión, si es que puede haberla.
Por supuesto, a finales de los 2000, Phil Ivey ya era una estrella. Daniel Negreanu y Gus Hansen estaban en lo más álgido de su periplo triunfal por el World Poker Tour. Nombres como los de “Isildur1”, anónimo en aquellos momentos, o Daniel Cates eran la novedad, y monopolizaban las conversaciones.
Pero nadie estaba tan presente y en tan amplio espectro de medios como lo estaba “durrrr”. Dwan era el niño bonito del foro de TwoPlusTwo. Teorizó sobre poker en sus hilos durante años mientras subía niveles, y se convirtió en el paladín de todos los jugadores de a pie cuando por fin pudo medirse a los mejores del mundo en las highstakes.
Las salas le querían, las televisiones tentaban. Si nos ceñimos al universo pokeril, alrededor de Dwan se generó un fenómeno fan que ya no tenía que envidiar al que puede provocar una estrella del rock o un actor famoso.
El espaldarazo definitivo a su bien merecida fama fueron sus apariciones en Poker After Dark y High Stakes Poker. Como él mismo le confiesa a la gente de Poker Central “viajo alrededor del mundo para jugar al poker, y en Manila y en Macao la gente aún me pregunta por aquellos programas”.
Dwan se esfumó de la vida pública en la época del Black Friday. Coincidió con el abandono del “durrrr Chalenge” contra Cates y con sus primeras visitas a Macao, donde era una atracción casi turística. Los millonarios asiáticos se rifaban su presencia en las mesas. Querían jugar con el famoso Dwan, el de High Stakes Poker y Poker After Dark.
Su desaparición fue tan repentina y completa que se generaron toda una serie de rumores disparatados alrededor de su figura. Que si se había arruinado y se estaba buscando la vida en China; que si le debía dinero a las Tríadas y la mafia china le tenía esclavizado jugando para pagar sus deudas, …una locura.
Las fugaces reapariciones de Dwan solo conseguían alimentar esas historias. Aceptó formar parte de “The Professionals”, el Team Pro soñado con Gus e “Isildur1” que Pokerstars montó para el relanzamiento de Full Tilt, pero desde el primer minuto se vio que no iba a cumplir con su deber de animar las mesas y representar a la sala a satisfacción de de sus jefes.
Otro recordatorio de que estaba vivo fue cuando se presento ante la justicia estadounidense para responder por uno de los detenidos en una operación contra las apuestas ilegales durante el Mundial de fútbol de 2014 en el Caesar’s Palace, en plenas WSOP. El negocio ilícito había sido montado por Paul Phua y Richard Yong, los principales contactos de Dwan en Macao.
Parecía incapaz de organizar su agenda o dirigir su propia vida más allá de las puertas de los salones privados de los casinos de Macao.
Dwan ha vuelto a viajar a torneos en los pasados meses, debido a que Phua es uno de los creadores de las Triton Super High Roller Series. Pero su regreso a la pista central del poker mundial se va a escenificar en Poker After Dark, donde residen recuerdos muy felices de su etapa anterior.
“Aquellos programas eran divertidos. Acabaron siendo más deivertidos e interesantes de lo que me esperaba. Ayudó que ganara prácticamente todos los botes que jugué. Si pagaba, lo que llevaban era un farol, si era yo el que faroleaba, se tiraban. Espero que continúe así.”
Otro regreso muy esperado es el de Doyle Brunson. Como el “padrino del poker” es tan activo en las redes sociales, la sensación de vacío que ha dejado en el circuito no se parece ni de lejos a la que dejó Dwan, pero si echamos la vista atrás, nos damos cuenta de que ya son varios años sin verle sentado ante una cámara de televisión.
El escenario preferido de Doyle siempre fueron las WSOP. Su categoría de indiscutible en las listas de jugadores a los que llamar para la tele le venía dada porque a finales de la pasada década Brunson mantenía el récord de brazaletes. Luego Hellmuth empezó a ganar torneos en formatos distintos al Hold’em y se ha escapado en la clasificación, pero durante varios veranos el máximo interés de las WSOP se centró en ver quién iba a llegar primero al décimo brazalete, Doyle o Johnny Chan.
Brunson lleva ya cuatro años sin jugar el Main Event de las WSOP, lo que casi equivale a otra retirada similar a la de Dwan. En el caso de Doyle, se han seguido leyendo comentarios sobre su presencia en las partidas de la Bobby’s Room, pero su avanzada edad le ha ido recortando el tiempo que pasa en el casino. En 2017 ni siquiera se ha pasado por el Rio, aunque dijo tener intención de hacerlo. Al final, el delicado estado de salud de su esposa le convenció de quedarse en casa.
Dwan y Doyle, Doyle y Dwan. Dos piezas imprescindibles en el puzzle de la memoria de la era dorada del poker televisado. Es un gran acierto de Poker Central conseguir haberles convencido de volver al programa y ante las cámaras, tras muchos años de silencio mediático.
Dwan estará presente en los tres episodios que se emitiran en vivo y en directo desde el Aria a partir del próximo lunes 14.
Sus rivales serán Daniel Negreanu, Antonio Esfandiari, Jean-Robert Bellande, el empresario jubilado Bill Klein y la gestora de fondos Lauren Roberts. A partir del martes, Andrew Robl y Doyle Brunson relevarán a Negreanu y Esfandiari, repitiendo sexteto los últimos dos días.
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