Muchas veces sucede que luego de una gran mano perdida, nuestro stack se ve seriamente debilitado, quedando con tan solo unos puntos en su haber, y una de las frases más celebres del póker cuando este sucede, a modo de consuelo, es pensar: en la famosa frase … Pero claro, ¿de dónde salió esa frase?
Corría el año 1982 y la WSOP de esa época, poco a poco, escribía una gran historia. Con Jack Straus como protagonista principal, que luego se llevaría el brazalete, ocurría una situación fuera de lo común.
En de las tantas manos que se estaban desarrollando en el Evento Principal, Jack decide empujar el resto de sus fichas al centro de la mesa, para luego ver como estas quedaban en manos de su rival. El problema llegó cuando Straus descubrió, antes de abandonar la mesa, que una ficha de baja denominación había quedado escondida debajo de una servilleta.
Consultando con el Dealer y el Jefe de Mesa, y debido a que Jack jamás había anunciado su all-in verbalmente, es decir, sólo había empujado sus fichas, se le permitió seguir jugando y desde ese momento, todo fue distinto para él.
Comenzó a ganar mano tras mano, pozo tras pozo, hasta que se hizo de un gran stack nuevamente, y tiempo más tarde, llegó a jugar el heads up frente a Dewey Tomko.
¿El resultado? Obviamente, luego de esta épica hazaña, Jack se llevó el torneo, el brazalete y los us$ 520.000 que repartía el primer premio, sellando a fuego para siempre la tan famosa frase: “winning with a chip and a chair” (Ganando con una ficha y un asiento).
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