Le falta poco para cumplir 33 años. Está casado y tiene un hijo de casi dos. Y debía ir a trabajar el lunes. Era un día de trabajo importante. Es jefe de departamento en una multinacional de logística en Lituania. Sus empleados lo esperaban.
“Soy un aficionado al poker, no un profesional”, dijo Andrius “benislovas” Bielskis, tras su espectacular triunfo en el séptimo aniversario del Sunday Million.
Pero el día previo, Bielskis había tomado una decisión. Por diversión jugaría el Sunday Million, que tenía un garantizado de u$s 7 millones en premios (se convirtieron en casi 10 millones).
Bielskis fue uno de los casi 50.000 jugadores de todo el mundo que compitieron por uno de los mayores premios del mundo del poker online.
Pero recuerden. Bielskis es un trabajador, no un jugador de poker. Nada puede hacer que eso cambie.
El problema es que el lunes a la mañana llegó y Bielskis tenía un stack importante en el Sunday Million. Tomó su celular y mandó un mensaje avisando que llegaría tarde al trabajo. Una decisión difícil para un trabajador. Tiene una mujer y un hijo y ¿ahora un su hobby estaba evitando que vaya a trabajar?
“El poker es un hobby para mi. No juego por el dinero sino por la gloria. Eso me motiva mucho más que el dinero”
El tema es que ahora tenía la posibilidad de ganar gloria infinita y una cantidad de dinero impresionante. Doble motivación.
En el pasado le fue bien en torneos online. Tuvo algunos resultados de cinco cifras. En vivo no le fue tan bien, pero ¿qué se puede esperar de alguien que tiene que ir a trabajar cinco días por semana? No tenía tiempo de viajar por el mundo jugando torneos.
Pero un día cambió todo. Lentamente fue esquivando balas, avanzando en el torneo y, de repente, estaba haciendo un trato con los otros dos jugadores restantes por una enorme suma de dinero.
Nunca estuvo nervioso. Sus manos no temblaban. Nunca fue “scared money”. Pensó comprarle un viaje como regalo de cumpleaños a su padre, o tal vez ir a WSOP este año.
Ex jugador de bridge, Bielskis es paciente, pero calculador. “El bridge es un juego que te ayuda a aprender disciplina y paciencia, ambas de gran ayuda en el poker”, dijo.
Mientras tanto, su mujer, quien probablemente no juegue bridge, lo miraba jugar desde atrás. Se suponía que su marido esté en el trabajo pero, sin embargo, le suplicaba que no vaya all in con A-9 desde el small blind (lo hizo igual y se dobló). “Ella sufrió más que yo”, dijo el campeón.
Ahora ya lo saben. Luego del arreglo Bielskis ganó el torneo, un logro que quedará en la historia del Sunday Million.
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