La mayoría de los jugadores de poker piensan como perdedores. Lo sabemos porque la mayoría de los jugadores cuentan con extremo detalle cómo piensan sobre el juego. Pensar como un perdedor es una buena receta para seguir perdiendo. ¿Por qué? Porque significa que te estás concentrando en cosas negativas y esto evita que mejoremos. Aquí presentamos algunas cosas que escuchamos decir a otros jugadores que representan el pensamiento de un perdedor. También sugeriremos modos de revertir esta energía negativa.
#1: Historias de Bad Beat
Las historias de bad beats son lo peor. Son pura negatividad. Ningún river va a cambiar por más melancolía que tengas. Pensar sobre bad beats te garantiza no mejorar tu juego ni un poquito.
Cuando la mentalidad de bad beats se adueña de tu cabeza, elimina todo pensamiento constructivo de tu mente. Si después de dos horas sigues pensando en ese 10 que vino en el river, en esas dos horas no estuviste jugando lo mejor que puedes y no aprendiste ni mejoraste nada.
Por supuesto que, una que vez el monstruo del bad beat se mete en tu cabeza, es difícil sacarlo. Los bad beats suceden todo el tiempo y el próximo está a la vuelta de la esquina. No hay una solución mágica pero esto es lo que me funciona a mí:
Primero, juega con un bankroll cómodo. Si estás preocupado, muy preocupado por perder el dinero que tienes en la mesa, te estás exponiendo a pensar como un perdedor. Pero si tienes cinco cajas en el bolsillo cuando juegas, nunca vas a tener estos pensamientos: “Si pierdo esta caja me voy”. Jugar con un bankroll chico es jugar con miedo y, cuando experimentas un bad beat, naturalmente te va a doler mucho más.
Segundo, vete cuando estés ganando. Si te concentras en los bad beats, es porque estuviste perdiendo últimamente. Obviamente no puedes ganar a pedido, pero, si estás ganando, puedes levantarte e irte para terminar la sesión ganando. Matemáticamente, no hay diferencia cuándo terminas tus sesiones, pero ganar un par de veces seguidas te puede ayudar a mantener tu mente en foco.
Espero que pienses en esta columna la próxima vez que sientas la tentación de contar una historia de bad beat. Hacer duelo por un bad beat es autoflagelarte y pensar como un perdedor. Levántate y camina un rato. Recuerda el torneo que ganaste el año pasado. Cuenta ovejas. ¡Cualquier cosa! Solamente saca el bad beat de tu cabeza.
#2: Quejas sobre otros jugadores
“¿Cómo se supone que puedo ganar con ese idiota en el asiento 8 que paga todas las apuestas hasta el river?”. A menos que el idiota del asiento 8 sea Phil Ivey, hay buenas chances de que no sea él la causa de tus problemas. Sólo juega como un idiota. La gente que juega como idiota pierde su dinero. Puede que no pierdan todas las veces que juegan pero, a la larga, pierden -la mayoría de las veces rápidamente-. Si no me creen, traten de jugar como un idiota durante un par de horas y fíjense cómo les va.
El poker es un juego en el que la suma de los resultados de los jugadores da cero (menos el rake, por supuesto). Eso significa que si el idiota del asiento 8 está perdiendo dinero (y así es), alguien lo está ganando -y deberías ser tú.
Funciona así: digamos que un jugador paga el 75% de las manos preflop y paga hasta el river con cualquier par. Dos veces seguidas tuviste A-K y no formaste una mano, mientras que él hizo el par menor. Te pagó ambas veces hasta el river y ganó en ambas ocasiones. Por supuesto que es frustrante pero así reaccionan muchos jugadores: la próxima vez que flopean un par, lo apuestan una sola vez y luego chequean en las rondas siguientes, esperando ganar al final. Luego, cuando ganan, gritan “¡aleluya!” y apilan las pocas fichas que ganaron.
Eso es pensar como un perdedor. Se concentran demasiado en el hecho de que este loco les ganó y no en por qué lo que hace es una locura. Ese jugador es un loco porque paga demasiado con manos muy malas. Por eso, para sacar provecho de esta situación, deberías apostar más fuerte de lo usual tus buenas manos. Checkear con un par y tratar de “ganar barato” es una mala estrategia. Deberías apostar, apostar y apostar.
Si te tientas y quieres quejarte de un rival, abstente. El no es la causa de tus problemas, sino una oportunidad. Piensa en qué está haciendo mal y ajusta tu juego para sacar el mayor provecho.
#3: Esperar a una mejor situación
OK, la mayoría de las personas saben que las historias de bad beat no son productivas (aunque, por lo seguido que las escucho, la mayoría de las personas ignoran esto). Y muchas personas saben que los malos oponentes no nos ganan a la larga. Pero hay algo que escucho todo el tiempo como si fuese conocimiento general a pesar de ser un pensamiento negativo. “Pensé que estaba mintiendo pero foldeé de todos modos. Preferí esperar a una mejor situación”.
Cada vez que escucho que alguien prefirió esperar a una mejor situación me estremezco. Nueve de cada diez veces significa “no tuve las agallas de tomar la decisión correcta, así que tomé el camino fácil y foldeé. No puedo pasar vergüenza si foldeo, ¿no?”.
Hay un truquito. No digo que foldear sea malo. De hecho, es lo que hago en casi todas las manos. Pero habituarse a “buscar una mejor situación” es un gran problema. ¿Por qué? Porque las personas que hacen eso terminan esperando la situación perfecta para poner su dinero. Jugar así no es malo porque no es “cool”, sino porque no es muy beneficioso en la mayoría de las mesas de no limit hold’em.
Los buenos jugadores toman riesgos. Si interpretan que alguien les está haciendo un bluff, aprietan el gatillo y pagan o suben. No dicen: “Creo que está mintiendo pero igual voy a foldear y ver si flopeo un set dentro de un par de manos y ahí le saco toda la plata”. Eso es ilusionarse y pensar como un perdedor.
Evalúa cada decisión por separado. Ignora la mítica “mejor situación” que puede -o no- suceder. Si la jugada correcta parece arriesgada, toma el riesgo. A veces te vas a quemar, pero es el único modo de aprender.
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