“Podía leer cartas, pero no soy tramposo”

Phil Ivey es el mejor jugador de poker del mundo para muchos de sus pares, pero no es solamente este deporte el que lo tiene en la palestra.

Tras el escándalo del Black Friday, Ivey se desmarcó de Full Tilt Poker, entrando en una guerra de declaraciones con Howard Lederer y sus asociados.

Luego vino la demanda de divorcio que apeló su ex esposa alegando que Ivey tenía un acuerdo económico con el abogado que llevaba la causa, pero el nuevo fallo volvió a favorecer al dueño de IveyPoker.com.

Y por último, el Casino Cockfords de Londres no quiere pagar 12.000.000€ al “Tiger Woods del Poker”, aludiendo a una posible trampa que realizó Ivey junto a una misteriosa acompañante asiática en los high stakes del Punta y Banca.

Como doce millones de euros son bastante dinero hasta para el mejor jugador del mundo, Phil no dio su brazo a torcer e impuso una demanda contra el casino para que le devuelvan sus ganancias y esta semana se realizó el primer comparendo entre ambos.

Si bien, Ivey confirmó que era capaz de leer las cartas gracias a una imperfección en su corte, alegó que nunca hizo trampa: “Podía leer las cartas, pero no soy un tramposo”.

A primera vista, pensaríamos que Ivey dice la verdad y que no debería tener problemas para recibir su dinero, ya que el error parece ser más de la casa de apuestas, pero habrá que esperar las declaraciones del Casino para conocer el final de esta nueva historia en la vida del mejor jugador del mundo.