En agosto de 2012, el juez Jack Weinstein sorprendía al darle la razón a la defensa de Lawrence DiCristina, un neoyorquino que convirtió un almacén en una sala de poker y al que la fiscalía quería encarcelar hasta un máximo de 10 años por violar una ley de 1955 llamada Illegal Gambling Business Act (IGBA).
Este caso ha llegado a un tribunal superior, el Second Circuit Court of Appeals de Nueva York, merced a un recurso de la fiscalía y eso ha devuelto a una corte federal la cuestión de si el poker online es o no ilegal en Estados Unidos.
La importancia de la sentencia original para los defensores del poker en Estados Unidos se derivaba de dos hechos fundamentales.
Primero, el argumento esgrimido por el juez para librar de culpa a DiCristina era que el poker es un juego de habilidad y no de suerte, por lo que no podía ser objeto de una ley que castigaba el “gambling” ilegal, término que engloba a los juegos de azar. Era la primera vez que esa consideración era puesta por escrito por un juez federal.
Segundo, la IGBA es la única ley estadounidense que sirve actualmente para impedir que una sala de poker online abra para el público estadounidense.
La famosa UIGEA, la ley que erradicó el poker online legal de Estados Unidos, solo se podía aplicar a aquellos negocios que violaran la IGBA o la Wire Act. Una vez considerados ilegales, la UIGEA servía para imputar delitos por blanqueo de dinero y fraude a los responsables de las salas.
Cuando PartyPoker abandonó el país en la pasada década, su dueño se declaró culpable de violar la Wire Act, ley que la fiscalía estadounidense ha reinterpretado a finales de 2011 y que ahora no afecta al poker online -esta reinterpretación fue el banderazo de salida a las legislaciones estatales sobre poker online-. Por tanto, la IGBA es la única ley que permite actuar contra el poker online y, como tal, fue el arma principal del Departamento de Justicia en sus actuaciones del Black Friday.
En el texto presentado por la fiscalía no se llega a discutir si el poker es un juego de habilidad o no -aunque tampoco acata que sea definido como tal-, sino que pese a ello sigue siendo objeto de las restricciones que impone la IGBA. Una mención explícita en la sentencia sobre la calidad de juego de habilidad del poker sería de gran valor, por la importancia del tribunal y es posible que se dé porque la defensa ha vuelto a incluir este concepto entre sus alegaciones al recurso.
Una sentencia que indique que el poker no puede ser incluido en la lista de juegos afectados por dicha ley sería una gran victoria para los jugadores de poker de Estados Unidos
La sentencia sobre el recurso tardará de tres a seis meses, y una decisión a favor de que el poker debe ser incluido en la lista de juegos afectados por la IGBA puede ser el desencadenante de una nueva actuación del Departamento de Justicia, esta vez contra las salas que siguen operando con jugadores estadounidenses, como Lock Poker, Bovada o Carbon Poker.
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