Primero hay que dejar una cosa clara: Chile nunca había clasificado a una World Cup Of Poker, por lo que el mérito de encontrarse en Bahamas era ya bastante para nuestro equipo. Pero aún así queda un sabor amargo. Bastante amargo.
El cometido de nuestro combinado no fue el más apropiado para nuestras expectativas. Salir últimos siempre es malo. Y ahora cuando ya acabó todo siempre quedan cosas dando vueltas.
Chile quedó eliminado en la mesa final cuando Rodolfo Awad decidió ir all in con 10-J y chocó contra J-J. ¿Mala suerte? No tanto, pues el jugador chileno estaba fuera de posición y las posibilidades de que chocara con un muro existían. Lo malo es que el equipo chileno estuvo short stack toda la jornada y Awad decidió que era tiempo de robar ciegas, pero se equivocó.
Eso sí, un par de manos antes el chileno había conseguido doblarse con A-10 v/s K-9. Fue una esperanza que nos hizo más fuerte el dolor al caernos.
El equipo chileno clasificó en septiembre y nunca se reunió para discutir estrategias de juego y ni siquiera para practicar. La única reunión fue para “eliminar cualquier mala onda”. Pésima situación, sobre todo considerando que el mismísimo capitán, Mauricio Zeman, había señalado a los cuatro vientos tras la Copa América que se había perdido por la poca preparación que tuvo el equipo. ¿De qué sirven las malas experiencias si no las usamos para mejorar el futuro? No aprendimos la lección y terminamos cayendo en los mismos errores de siempre.
Este año dimos un salto cualitativo en el mundo del poker. Clasificamos a la Copa América y del Mundo por derecho propio, aunque en ninguna de las dos ocasiones nos quedamos con el triunfo. Es de esperar que este 2010 aprovechemos mejor nuestras oportunidades y algún día ganemos algo.
¿El campeón? Fue China. Felicitaciones para ellos.
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