Todos sabemos que una tercera apuesta (three-bet) supone mucha fuerza. Cuando un jugador hace una tercera apuesta antes del flop, representa tener la mano más fuerte. De todos modos, una de las claves para hacer dinero en una mesa de poker, es saber interpretar cuándo una tercera apuesta significa lo que debería significar, y cuándo un jugador sólo está representando una mano fuerte para hacer una movida.
El hecho es que, en la mayoría de los casos, las probabilidades no son buenas para pagar esta apuesta con un par pequeño. Cuando ha habido una subida y re-subida delante de ti y tú ves en tus manos un par de cartas como 6-6, normalmente deberías tirar las cartas y volver a empezar. A veces puede aventurarse a pagar con una estaca significantemente grande pero debe tener una fuerte corazonada de que esta mano le va a pagar bien si logra su juego. Yo quizá pague con par de 9s o 10s en la situación correcta contra el oponente correcto, pero manos como par de 8s o 7s no son juego suficientemente bueno, especialmente fuera de posición.
Una excepción por supuesto, es cuando un jugador en particular hace tercera apuesta regularmente. Esto sugiere que no lo está haciendo siempre con manos fuertes y puede tener valor seguirle la jugada. De todos modos, cuando digo “regularmente”, no sugiero un par de veces temprano en una sesión. Si un jugador hace una tercera apuesta dos veces, temprano en el juego, usted puede estar inclinado a pensar que lo está tomando de punto o que no tiene mano alguna. Pero también podría ser que esta persona haya ligado una mano fuerte dos veces. Hasta que haya hecho terceras apuestas incesantemente o mostrado una mano pobre luego de haber realizado una tercera apuesta, no te interesa jugarle esas manos. Una vez que lo haya hecho repetidamente puede considerarse hacer una apuesta al bote si empuja una vez más, porque no es posible que tenga la mano premium que intenta representar tan seguido.
Otra cosa que debe considerarse es la tercera apuesta minúscula. Digamos que es una partida de $1/$2, yo subo a $6, y otro jugador sube a $10 o $12 en lugar de algo más estándard como $15 o $18. Cuando alguien hace una tercera apuesta tan pequeña, yo generalmente la pago. No tengo mucho respeto por estas jugadas. En ocasiones son mano gigantes, pero más a menudo son manos muy débiles de las que puedes llevarte el bote fuera de posición.
Una tercera apuesta muy pequeña no es una táctica que yo utilice muy seguido, no hay muchas razones para hacerla. Si intenta robarte el bote, le interesa hacerlo mucho más difícil para que tu oponente considere pagarte. Si usted tiene una mano fuerte, le interesa sacarle valor cuando tu oponente pague, por lo tanto una apuesta grande es una mejor idea.
Enfrentarse a una tercera apuesta puede resultar intimidante en algunos momentos, asegúrese de leer muy bien a su oponente antes de hacer su próxima movida.
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