De eso saben mucho los jugadores de poker, el juego de naipes en el que el éxito no solo depende de las cartas que tengas, sino de saber jugarlas y conocer las reacciones del adversario.
Pero además, la psicología es imprescindible en los juegos del tapete verde porque si tienes una mala mano y no controlas tu disgusto, tus contrincantes van a darse cuenta y sabrán cómo sacar tajada de tu falta de control.
Los juegos de casino como los slots, la ruleta o el blackjack, no dependen de lo que haga otra persona, sino de lo que suceda entre tú y el juego.
Por eso, con respecto a las emociones, hay que saber hacer una buena gestión de ellas y no dejar que la negatividad de una mala racha o el optimismo de una buena nos arrastren, ciegamente, a olvidarnos de disfrutar y de gestionar bien nuestro capital. Hay que disfrutar de la partida y saber, sin importar los sentimientos que se tengan, cuándo es hora de retirarse y pasar a otra cosa.
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