En una mesa cualquiera, con jugadores cualquiera y en un torneo cualquiera, un jugador que conecte un color en el turn probablemente ganaría o por lo menos iría hasta el final con las apuesta. Sin embargo, cuando tienes de frente a un tiburón como Phil Ivey las cosas son diferentes.
Acá le dejamos la mano, donde Ivey solo ganó por ser simplemente él.
Comments are closed.