Poker Central, la productora de “Poker After Dark”, montó esta semana unas partidas de Pot Limit Omaha a mayor gloria de Ben Lamb, campeón del 10.000$ PLO Championship de las WSOP de 2011, el año que se proclamó Mejor Jugador de las Series.
La partida era de 100$/200$/400$, y a Lamb le buscaron compañía agradable pero poco motivadora: el November Nine y campeón del WPT Jesse Sylvia, el empresario Chris MacFarland, el pro de las Vegas Keith Lehr…
El más heterodoxo y peligroso era el highstaker australiano Matt Kirk, ahora tristemente famoso por sus problemas judiciales con el dueño del King’s Rozvadov Leon Tsoukernik. Lamb y Kirk se divirtieron, entretuvieron a la audiencia y sacaron más de 100.000$ por cabeza de la primera partida.
El homenaje a “benba” se acabó en la segunda. La organización trajo de invitado a un jugador que hizo su última aparición en “Poker After Dark” en 2010, un año antes del cierre de la primera etapa del programa.
Se trata de Gus Hansen, quizá el retorno más esperado en el programa desde el de Tom Dwan. El pobre Lamb no puede competir en carisma con el “Gran Danés”, y tampoco lo pudo hacer en la mesa. Hansen llegó, vio y venció.
La mesa se puso bastante más complicada porque con Hansen vinieron también Brian Rast y Sam Soverel ganador de un torneo de PLO en las WSOP. El nivel, tanto de acción como de calidad de juego, subió mucho de un día para otro, y con Matt Kirk dando respuesta a Hansen, la partida se descontroló y acabó siendo de 200$/400$/800$.
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