Reconocer un bluff en una partida de Poker Texas Holdem no es tarea fácil. Hay que poner en marcha muchos factores y una gran capacidad de lectura para reconocerlo
Cualquier jugador es potencialmente capaz de realizar un bluff en cualquier momento, pero según diferentes pistas se podrá dilucidar qué tipo de jugador es susceptible de realizar un bluff en un determinado momento de la partida.
Por lo tanto es necesario aplicarse al máximo y prestar especial atención a los siguientes puntos para reconocer un bluff:
Es fundamental la lectura de tu rival. Resultarán fundamentales aspectos como la dinámica de juego de tu rival, su imagen de mesa, su nivel de agresividad y demás comportamientos que te puedan aportar información extra.
No solo es importante el comportamiento general de tu rival, ya que también puede ser trascendente el hecho de que un jugador este en una fase de agresión exagerada o “tilt”. En esta fase este jugador será muy susceptible de encadenar bluffes. A ti de discernir cuales son y cuáles no.
Muchas veces en el Texas Holdem las cartas que hay sobre la mesa también son de vital interés para saber si nuestro rival está en pleno bluff o no. Normalmente la combinación de cómo nuestro rival ha encadenado las apuestas, según las cartas que han ido saliendo, nos puede aportar gran información al respecto. Así pues, muchas veces las cartas comunes en el Texas Hold’em y las apuestas de nuestro rival nos llevan a pensar que su apuesta es un puro bluff o que ha realmente conseguido una jugada máxima (“nuts”). Estaríamos aquí en una situación de “bluff or nuts”, es decir de todo o nada, a ti de adivinar según otros factores y el simple feeling.
Una vez que pensamos haber reconocido un bluff tenemos que tener en cuenta otros puntos no menos importantes:
Por mucho que nuestra lectura nos haya llevado a pensar que estamos frente a un bluff, no todo se acaba aquí ya que no siempre es fácil tomar una decisión. Así pues hay veces que pensamos que nuestro rival está de bluff pero nosotros no tenemos nada. Esta es una situación muy complicada, podemos o bien resubir, o bien pagarle el bluff para apostar nosotros en la siguiente ronda (a este hecho de parar para luego empezar apostando se le llama “stop and go”).
Si tuviésemos una muy buena jugada o jugada máxima sin riesgos de ser mejorada y nos enfrentásemos a un bluff, tendríamos que tratar de dejarle llevar la iniciativa a nuestro rival pagando y checkeando simplemente ya que cualquier agresión de nuestra parte posiblemente le sacaría de la mano. Así pues le tendríamos que llevar con nosotros el mayor número de rondas posible siempre que no haya riesgo evidente para nuestra mano, y dejarle que realice su bluff hasta el final ya que seguramente lo hará. Aun con todo hay que tener siempre en mente que existe un margen de error, nuestra lectura siempre puede estar equivocada, por lo que siempre es importante proteger nuestra mano en estos casos. Y habrá veces incluso que tengamos que tirar nuestra mano aunque pensemos que nuestro rival de bluff por no tener con que hacer un contra bluff y por el margen de duda que existe de no ser realmente un bluff.
En definitiva en el poker Texas Holdem nunca se sabe a ciencia cierta que apuesta es un bluff y cual no lo es. En cuestión de probabilidades, hay que pensar que solamente alrededor de un 10% de las apuestas o menos son bluffes infundados. Pero los bluffes están a la orden del día, y cualquier situación de cualquier jugador por muy “tight” (cuidadoso, juega pocas manos) que sea puede representar un bluff.
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