Ha llegado el momento de la verdad. Nos espera la mesa final. Hay dos estrategias básicas a seguir una vez llegados a este punto: evitar enfrentamientos o buscarlos; ser agresivo o pasivo; buscar los botes o renunciar a ellos. Digamos que tenemos la media en fichas, estamos cómodos y nuestro objetivo es subir en premios y quedar entre los cuatro primeros. En este caso, nos mantendremos al margen de los combates y observaremos los toros desde la barrera. En los primeros compases veremos como desfilan un par de jugadores. Siempre sucede. Ellos buscaban meterse en la mesa final y han llegado cortos jugando de una forma muy conservadora. Se relajan. Ahora abren su juego con el fin de doblarse y es fácil que caigan eliminados. Lo más probable es que en duelos subsiguientes también se vayan a la calle otros rivales. Ya estamos en cuarta posición; pero muy cortos… No hemos luchado por la victoria, sino que nos hemos conformado con meternos en el bolsillo más dinero sin tomar riesgos; y para ganar hay que arriesgar.
Pongámonos en el otro caso. Vamos bien y sabemos que no hay demasiadas oportunidades de llegar a una mesa final y optar a ganar. ¡Ojalá fuera algo más común! Pero no es así. Hemos de aprovechar la oportunidad. Aquí hay que ser agresivos -no locos- e ir a por todas. Por desgracia, las manos buenas no llegan con la frecuencia que todo jugador de póker desearía, y las ciegas y los antes se comen las pilas de fichas con rapidez. Es el momento de identificar a los jugadores “conformistas” e ir a por sus apuestas obligadas para incrementar nuestro montón de puntos. Tenemos que intentar dominar la mesa. Cartas conectadas, parejas, figuras y ases acompañados de cartas medias o altas son buenas manos para atacar a estos rivales. Es fundamental jugar bien la posición y practicar un juego fluido que evite que nuestros oponentes sepan a qué van a enfrentarse. Si aumentamos en fichas los que anden cortos no nos harán daño, si nos ganan, en el caso de que tengamos ocasiones para ir a por ellos. No hay que olvidar que as-rey o as-dama contra cartas conectadas del mismo color van prácticamente 60-40%. No perdamos la ocasión de sacar jugadores. Ataquemos a los conservadores, eliminemos a los “pequeños” y enfilemos hacia el uno contra uno final. Pero eso será otra historia.
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