Los políticos malos prefieren mantener sus errores antes que demostrar humildad y rectificar. Este es el caso de Luigi Di Maio, ministro de Trabajo y Actividades Productivas del gobierno de Italia. Di Maio es el máximo responsable del Decreto Dignità, que va a prohibir la publicidad del juego en Italia (a excepción de las loterías y otros juegos estatales, que sí podrán anunciarse con total libertad e impunidad; ¡qué casualidad!).
A Di Maio le están lloviendo las críticas (a las que nos sumamos), de todos los implicados en el sector del juego online (operadores legales, jugadores, medios especializados, etc.). Incluso ha conseguido enfadar a los equipos de las Series A del Calcio y la Lega de basket, cuya financiación depende, en gran medida, de la publicidad de los operadores del juego con licencia en Italia.
En general, los operadores se sienten estafados por el gobierno Conte, ya que no ha cumplido con las condiciones acordadas previamente al pago necesario para la consecución de las licencias. Muchos de ellos ya han anunciado que emprenderán acciones legalescontra el Ejecutivo formado por el M5S y la Liga Norte, tanto en los tribunales de la propia Italia, como ante la justicia de la Unión Europea.
Otros agentes del sector han optado por explorar una vía menos beligerante. Le han ofrecido al ministro la posibilidad de iniciar un diálogo con el objetivo de acordar una regulaciónmenos drástica, que facilite la protección del consumidor (y, especialmente, de los menores), sin tener que llegar al extremo de la prohibición.
Di Maio ha salido a la palestra publicando unas líneas sobre el tema en el blog del Movimento 5 Stelle: “Prohibir la publicidad del juego de azar es un paso histórico de gran valor cultural. Estoy convencido de que no destruirá el sector del juego legal y en lo que se refiere a las inversiones en publicidad, simplemente serán sustituidas por las de otras industrias, como ya sucedió cuando se prohibió la publicidad del tabaco”.
Sobre el tema de la destrucción del juego legal, se ve que no ha investigado mucho; tampoco debe haber hablado con los operadores… Y en relación con la sustitución de la publicidad, que les pregunte a los clubes de élite de fútbol o baloncesto. La decisión les dejará en una situación económica de clara inferioridad respecto a otros equipos europeos. El caso del fichaje de Cristiano Ronaldo podría ser el canto del cisne del fútbol italiano.
Por otra parte, en cuanto a la opción del diálogo, Di Maio ha declarado: “Sobre la mesa de negociación, estoy disponible, siempre que estén presentes las asociaciones de máquinas tragaperras y los familiares de las víctimas de la ludopatía, así como otros colectivos que combaten esta plaga. Así entenderán por qué es absolutamente necesaria una medida de este tipo. Para mí, los ciudadanos y su calidad de vida son lo primero”.
Ojalá cumpla su palabra y organice la mesa de negociación. Aun así, las esperanzas de salvación del sector son mínimas, ya que sus palabras son muy tajantes: “Intentan persuadirme para que me eche atrás y no prohíba la publicidad de los juegos de azar. Lo siento por ellos, pero no voy a cambiar de idea”.
Igual se da cuenta de su error “a toro pasado”, cuando vea que su medida ha potenciado el juego ilegal, el blanqueo de capitales, el fraude fiscal y la desprotección de los jugadores y de los colectivos en riesgo (incluidos los menores).
Comparados con los italianos, nuestros políticos sí parecen estar a la altura. Ojalá no nos decepcionen cuando regulen la publicidad del juego. GL us!
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