Las mesas de 6 jugadores o también llamadas shorthanded son muy populares, pero ¿por qué?
Normalmente pueden jugar al poker de 2 a 10 jugadores por mesa, en función de la variante. Sin embargo, por algún motivo, las mesas de shorthanded se han convertido en las claras favoritas en el mundo virtual, en comparación con los heads-up y sus mesas homólogas completas. ¿Cuál es la razón?
¿Por qué las mesas shorthanded son tan populares?
Sin duda, hay muchas razones por las que los jugadores escogen las mesas de poker shorthanded frente a otras variedades de poker. Pero hay una que parece ser la más probable. Las mesas shorthanded ofrecen el equilibrio perfecto a la hora de jugar. ¿Y esto qué quiere decir?
Es bastante fácil llegar a aburrirse en las mesas completas. Es posible que tengamos que jugar un número considerable de manos antes de que se produzcan momentos emocionantes. Apenas es posible jugar desde las tres primeras posiciones de una mesa completa. En la mayoría de las ocasiones estamos obligados a esperar a las manos buenas y más fuertes. Suponiendo que nos hayan repartido una mano excelente, a veces puede resultar difícil actuar correctamente si el promedio de jugadores de una mesa completa aplica un juego conservador.
En una partida mano a mano sucede todo lo contrario. Participaremos prácticamente en todas las manos y será posible jugar dos cartas cualesquiera desde el botón o la ciega pequeña. No hay tiempo para relajarse y hay que estar constantemente en alerta. Las partidas mano a mano son una buena opción para los adictos a la acción, pero pueden resultar demasiado intensas para muchos jugadores.
Además podríamos perder esa sensación de “anonimato” tan apreciada entre algunos jugadores. En un juego shorthanded o de mesa completa, nuestros adversarios no fijarán constantemente su atención en nosotros. En una partida mano a mano, nuestro oponente observará cada uno de nuestros movimientos y nos analizará detalladamente en busca de nuestras flaquezas. A algunos jugadores no les gusta sentir esta presión extra.
De manera que cuando ahora pensemos en una mesa shorthanded, podremos llegar a entender por qué hay tantos jugadores que prefieren este formato de juego. También cabe recordar que algunas de estas decisiones se deben a la repercusión del juego o a modas. La mayoría de los jugadores de juegos en efectivo escogen las mesas shorthanded, así que cuando aparece en escena un nuevo jugador de juegos en efectivo, este suele optar por una mesa shorthanded ya que es lo que está típicamente de moda entre la comunidad.
Mesas shorthanded frente a otras variantes
Generalmente se considera que cuanto más cortas sean las manos de un formato, más apropiado es jugar rangos amplios. De manera que un jugador habitual de mesas shorthanded y con un estilo conservador-agresivo jugaría el 23 % de las manos repartidas, mientras que un jugador habitual de mesas completas con idéntico estilo tan solo jugaría el 16 % o incluso menos.
En los juegos mano a mano, se considera adecuado jugar el 100 % del rango si nos encontráramos en la posición del botón o de la ciega pequeña. El rango total que podemos jugar estará por encima del 50 % cuando tengamos en cuenta ambas posiciones.
Las mesas shorthanded tienen algunas similitudes con otras variantes. La posición es importante. Por tanto, desde las últimas posiciones será más apropiado jugar más manos.
Guía básica para nuestro rango de subida, suponiendo que todos se retiren en el preflop –
Under-the-Gun (UTG) – 14 %
Posición del medio (MP) – 18 %
Cut Off (CO) – 27 %
Botón (BTN) – 48 %
Ciega pequeña (SB) – 36 %
Lo mismo sucederá cuando consideremos realizar una tercera apuesta en el preflop (una resubida al enfrentarnos a una subida abierta de nuestros oponentes o también llamado 3-Bet).
Posiciones del medio (MP) 4 %
Cut Off (CO) 6 %
Botón (BTN) 9 %
Ciega pequeña (SB) 8 %
Ciega grande (BB) 8 %
También suele ser frecuente que cuanto más cortas sean las manos que juguemos, más amplios serán los rangos que obtengamos de media en el postflop. Suponiendo que nos encontremos ante una subida en el flop, podremos fiarnos totalmente de un jugador habitual de mesas completas, y no tanto de un jugador de mesas shorthanded.
Cuando nos planteemos participar en juegos mano a mano, veremos que las subidas en el flop son mucho más frecuentes y que no representan necesariamente rangos muy altos. Un buen jugador de mesas shorthanded subirá en torno al 15 % de las apuestas de continuación en el flop. Sin embargo, un jugador normal sube mucho menos.
Tendencias
Para llegar a convertirnos en buenos jugadores de mesas shorthanded, sería útil que conociéramos algunas de las tendencias más comunes que se producen en estos juegos y cómo estas difieren de los valores óptimos.
Por ejemplo, un jugador de mesas shorthanded no realiza tantas terceras apuestas como se recomienda. Un buen jugador de mesas shorthanded realizará terceras apuestas con una frecuencia de en torno al 7-10 %. El jugador normal de 6 max en partidas de límite bajo probablemente apostará alrededor del 4% de las manos.
Estos datos influyen en el modo en que debemos responder cuando nos enfrentemos a la tercera apuesta de un adversario desconocido. Básicamente no supondrá un problema retirar un porcentaje alto frente a una tercera apuesta, ya que un jugador normal no nos hará una tercera apuesta tan alta.
Cuando los jugadores de alto nivel se enzarzan en una batalla shorthanded, es frecuente que se retiren en las terceras apuestas en menos del 60 % de las ocasiones. En caso de participar en un juego shorthanded y con límites muy bajos, podremos realizar un ajuste explotable y retirarnos incluso en el 70 % de las ocasiones.
Técnicamente esto quiere decir que somos explotables, pero dado que la mayoría de nuestros adversarios no se ajustarán, seremos nosotros los que les estaremos explotando por ser el rango de su tercera apuesta muy conservador.
Estas otras tendencias que añadimos aquí nos harán la vida mucho más sencilla y nos permitirán dar una respuesta explotable en diversas situaciones de una mesa shorthanded.
- Un jugador normal subirá un 7 % de los flops, en lugar del 15 % recomendado. Podemos fiarnos de los que suben en el flop.
- Un jugador normal jamás hará un farol en la tercera apuesta de una calle. Jamás. Por ejemplo, podemos retirarnos, salvo con las manos excelentes, frente a una tercera apuesta en el flop.
- Cuando las apuestas son del tamaño del bote, suele significar que llevan una mano excelente y en pocas ocasiones será un farol.
- Los faroles triples se centran principalmente en el valor y deberían despertar mucho respecto.
- Subir en el turn (resubir) suele ser la nuts (la mejor mano posible).
- Subir en el river (resubir) suele ser la nuts (la mejor mano posible).
- Sin duda, existen otra muchas más tendencias que pueden mejorar la explotabilidad de nuestro juego, pero esta lista es un buen punto de partida.
Identificar al pez
En una mesa de 6 manos hay 6 posiciones disponibles, pero no todas son iguales. Algunas posiciones son mejores que otras. Dependerá de quiénes estén en la mesa y de cómo estén sentados.
El objetivo general es posicionarnos junto a un jugador débil. Es decir, sentarnos justamente a la izquierda de dicho jugador. Esto supondrá que en la mayoría de las ocasiones actuemos en cada calle tras este jugador. La única excepción será cuando este jugador sea el botón y nosotros la ciega pequeña.
No queremos encontrarnos en una situación en la que tengamos a un adversario fuerte y agresivo justamente a nuestra izquierda. En muchas ocasiones, esto puede marcar la diferencia entre ganar o perder dinero en una sesión determinada.
Pero lo primero es saber identificar a los jugadores débiles. Hay dos formas muy sencillas de hacerlo.
- Este jugador suele abrir haciendo limp. Los buenos jugadores de mesas shorthanded rara vez, o incluso nunca, abren haciendo limp (pagando solo el valor de la ciega). Cuando detectemos que un jugador prefiere hacer limp con la mayoría de sus manos preflop, en lugar de subir, es probable que hayamos identificado al adversario débil.
- Este jugador no activa la opción de recompra. Los jugadores habituales de mesas shorthanded suelen utilizar la función de “recompra” para aumentar automáticamente su pila de fichas cuando las han perdido. En la mayoría de las ocasiones, la cantidad máxima será 100 bb, aunque a veces será otra cifra redonda como 40 bb o 50 bb, dependiendo de su estrategia exacta. Si vemos que un jugador tiene una pila de fichas con un tamaño cualquiera (76 bb, por ejemplo) y claramente no ha activado la función de recompra automática, es posible que se trate de un adversario débil. Esto puede ayudarnos a seleccionar la mesa de forma efectiva. Los mejores objetivos son los jugadores con pilas de fichas entre 50 bb y 99 bb.
Mesas shorthanded – Apuesta de tamaño estándar
Otra forma de identificar a los adversarios débiles es observar si realizan apuestas de tamaño poco convencional. Normalmente los buenos jugadores realizan apuestas de tamaño poco convencional, pero los buenos jugadores escasean. Esto quiere decir que si en cierta ocasión vemos que nuestro adversario no realiza una apuesta de tamaño estándar, habremos identificado al pez.
No obstante, para poder reconocer las apuestas que no tienen un tamaño estándar, deberemos tener una idea general de qué es una apuesta de tamaño estándar. Estas son algunas de las más frecuentes.
Open-Raise – Entre 2 bb y 4 bb, pero normalmente suele ser 2 y 2,5 bb.
Tercera apuesta – Suele ser tres veces el tamaño del open raise
Cuarta apuesta – Normalmente es entre 2,2 y 2,5 veces el tamaño de la tercera apuesta. (3 veces el tamaño de la cuarta apuesta es en muchas ocasiones una buena pista)
Quinta apuesta – All-in asumiendo una pila de 100bb
Apuesta de continuación en –
Single-Raised-Pot – 66 % del bote
Bote de la tercera apuesta – 50 % del bote (o más)
Bote de la cuarta apuesta – 33 % del bote (o más)
Flop raise –
Single Raised Pot – 3 veces el tamaño de la apuesta de continuación
Bote de la tercera apuesta – Entre 2,2 y 2,5 veces el tamaño de la apuesta de continuación
Bote de la cuarta apuesta – Subir la máxima cantidad permitida o una subida mínima
Por supuesto esta no es una lista exhaustiva, pero debería ser suficiente para ayudarnos a identificar a los adversarios débiles en función del tamaño de sus apuestas.
Diversión en las mesas shorthanded
Lo más importante cuando probamos por primera vez una mesa shorthanded es centrarnos en la acción. Pero también lo es disfrutar de la experiencia, sobre todo si anteriormente hemos jugado en mesas completas. Puede resultarnos muy novedoso el poder involucrarnos un poco más y el no pasar gran parte de nuestro tiempo esperando a las manos excelentes.
Básicamente, en las mesas shorthanded podemos acercarnos a la auténtica naturaleza del juego. El ritmo es mayor, es más emocionante y hay mucha más acción.
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